El cementerio es uno de los sitios obligados
a recorrer cuando se visita esta bella ciudad
bañada por las aguas del río Magdalena, fundada en 1537 y uno de los puertos
más importantes de la época de la colonización.
Un ejemplo de revitalización de un espacio
fúnebre es el Cementerio de Mompox, en pleno corazón de la ciudad, un punto de
encuentro ciudadano.
Sus mausoleos
imponentes, sus estatuas de ángeles enmarcan muchas leyendas de la Mompox
mágica. Las visitas nocturnas, lejos de despertar el terror de los visitantes, los
atrae.Si en Semana Santa visitas esta ciudad recuerda que el Miércoles Santo sus habitantes se visten de sus mejores prendas para asistir, sobre las 6 de la tarde, al cementerio y dar cumplimiento a la retreta fúnebre a sus difuntos
En el
año de 1831 queda terminada la parte principal y años más tarde, en 1840, el Obispo de Santa
Marta, Luis José Serrano Díaz, consagró la Capilla y el Altar del Cementerio
que es en gran parte de Mármol de Carrara. Se caracteriza este cementerio por
la inscripción que se encuentra en la parte superior de su entrada, que dice:
"Aquí confina la vida con la eternidad". En él se encuentran
monumentos y mausoleos de héroes e ilustres Momposinos, como el busto del
Precursor de la Poesía Negra en América, Candelario Obeso, el busto del General
Hermógenes Maza y otros.
El Cementerio Municipal de Santa Cruz de
Mompox resulta increíblemente sugestivo, especialmente si vas al atardecer,
cuando los Momposinos visitan las tumbas de sus seres queridos y les encienden
velas. Las tumbas del cementerio, absolutamente blancas, con algunas estatuas
dispersas y ramos de flores de mucho colorido lo hacen único y especial.
Construidas una encima de la otra, a lo largo de los años han ido formando verdaderos
muros fúnebres.
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